jueves, 7 de mayo de 2015

TP1 - Análisis de producto

Hace 1 mes aproximadamente lanzaron un nuevo TP en la cátedra: Análisis del producto. Dividieron al grupo en 3 estudios y me asignaron trabajar con Mamëll. Para empezar, la idea era que hagamos el proceso inverso, y en base al producto icónico de ellos, podamos armar su programa de diseño. Investigando lo que hacían, decidimos que el producto sobre el que íbamos a trabajar era el Constructor 1.0 y en base a lo que percibimos hicimos esto:


























Hasta acá todo buenísimo. Mamëll hace juguetes constructivos de madera. Los hace a mano. A MANO. Listo, amor. Aguante Mamëll. Solo podía pensar: "madera + a mano = lijar, herramientas, aserrín = diversión". Bueno, no. Duró poco tanta felicidad y poco a poco empezó el caos.

La cosa se complicó cuando me asignaron un condicionante que debía atravesar todo el programa de diseño y modificarlo. Me tocó OPUESTO. Acto siguiente, proponen un esquicio para dibujar un nuevo producto con lo que nos disparara esa palabra y me pongo a trabajar.... 

5 minutos: nada. 
10 minutos: nada. 
15 minutos: ¿qué es opuesto?. 
20 minutos: NADA.
25 minutos: empiezo a sospechar que mi imaginación no funciona y es lo peor que me pasó en la vida. 
30 minutos: ¿y si me opongo a lo caro que sale? 
35 minutos: reciclaje.
40 minutos: encastres de picos de botella. 
45 minutos: piezas de cartón, miles de piezas de cartón! que cada uno haga sus bloques.

Listo, no llegué a dibujar nada pero en mi mundo imaginario lo había conseguido y tenía una idea grandiosa. Nos juntan a todos para que expongamos los dibujos que habíamos hecho y se viene la pregunta: ¿quién no llegó a plasmar nada en papel?. Levanté la mano. 
"Contanos, ¿qué hiciste?". "Bueno, tengo un concepto: hacer piezas de cartón para que cada uno pueda hacerse la cantidad de bloques que quiera". "¿Y a qué te oponés?". "Al material (¿?)". "¿Y cómo te oponés al material?". "... (recalculando)... bueno... entonces no tengo nada =)".

Ahora que lo escribo creo que mi problema fue haber contestado mal la pregunta. Digo, si arriba a los 30 minutos dije que me oponía a lo caro que salía el Constructor, ¿por qué les dije al material?. Evidentemente no estaba segura de nada.

Y acá empezó señores el momento del pánico. Dejé de hablar para siempre. Mis sentidos se agudizaron porque sentía que estaba PERDIDÍSIMA y necesitaba escuchar y anotar TODO. En mi cabeza, perder el ritmo era lo peor que me podía pasar.

Siguiente clase, un poco más tranquila, llevo 3 propuestas con oposiciones simples. 
























La devolución grupal en resumen fue que nos estábamos oponiendo de forma muy obvia y debíamos darle una vuelta más de rosca. Nos aconsejaron agarrar cada uno de los condicionantes del programa de diseño, preguntarnos qué es y cuestionarlo 5 veces más con un por qué. La idea era que nos demos cuenta de cuáles nos ayudaban a diseñar, cuáles no, y describamos un poco más cada uno. Sobretodo porque la clase siguiente era la pre entrega y teníamos que estar más o menos orientados. Lo hice, todo consejo era bueno.





PRE ENTREGA

Al horno y con papas fritas. Teníamos que llevar 3 propuestas nuevas y 3 maquetas de estudio que sirvieran para comprender o mostrar algo que con el dibujo no íbamos a poder. Lo que más tiempo me llevó fue decidir qué propuestas hacer, porque realmente estaba muy perdida. No se me caía una idea. 

Finalmente el cuadro de arriba ayudó bastante y después de mucho debate, siendo ya domingo 23hs, decidí oponerme a alguno de los simbolismos de Mamëll. No al que estaba escrito en el programa (el cual debiera modificar) sino a lo que para mí Mamëll representa:

Juego sano. Volver a jugar con la imaginación. Volver al pasado, cuando no necesitábamos tecnología para pasarla bien y una caja de cartón se convertía en auto y el placard se convertía en kiosco. Un mundo donde poco es un montón de cosas, dependiendo de quién lo mire. Pero sobretodo sano. Sin violencia. Sin incentivar la violencia.

Y con eso más o menos fui. Hice otras 3 propuestas: una contra lo sano, otra contra lo sustentable (representando lo NO sustentable con electrónica) y la tercera (buscando una alternativa distinta) contra la construcción. En todas, además de oponerme a lo descripto, me opuse a otros condicionantes como morfología y proceso productivo. No pude justificarlas bien porque no llegué a plasmar en papel todo lo que tenía en la cabeza y tampoco hice a tiempo de hacer alguna maqueta (voy a omitir todo comentario autodestructivo al respecto). 





































Al final de la clase tiraron otro consejo: aprovechar la identidad de la empresa. Con ese dato y con la ayuda de Pettinato (que anoche en su programa tiró la frase "juguetes peligrosos") resolví hacer propuestas nuevas manteniendo la morfología y colorimetría de Mamëll y modificando únicamente lo simbólico, enfocado en la oposición del juego sano que no fomenta la violencia.










De estas 4 ideas, elegí 2:

"Destruyendo la ciudad"
Piezas encastrables para que el usuario pueda armar su avión según desee su imaginación. Permite crear una ciudad para destruir. Posee un cuerpo principal hueco, donde se colocan las bombas. Al accionar el botón, la compuerta se abre dejando caer el misil sobre las construcciones. 



"Guerra de tanques"
Piezas encastrables para que el usuario pueda armar su propio tanque según desee su imaginación. Posee piezas para 2 jugadores. Incluye un disparador con resorte, que al hacer palanca dispara los proyectiles. La pieza principal permite un giro de 360º para apuntar en cualquier dirección y destruir al oponente. 



¿Cómo estoy ahora?

1- Descubrí que mi cabeza funciona de forma muy lógica y me cuesta mucho imaginar sin tener adónde ir, la consigna tan abierta en vez de ayudarme me marea. Busco un montón de caminos alternativos y termino más confundida que antes. Cuestionar cada condicionante fue lo que más me sirvió, lo que me abrió el juego, me orientó y siento que aún falta otro tanto.

2- Por resolver quedan un montón de cosas, pero en donde veo mayor desafío es en el mecanismo de accionamiento. El resto sería definir las dimensiones, para lo cual necesitaría una maqueta de estudio y la cantidad de piezas.

3- Que me trabe ahora no estoy segura. Quizá ayer estaba más trabada que hoy, pero siento haber definido a dónde quiero llevar este proyecto y eso me da más seguridad. Me trabó no saber a qué oponerme o cómo. Pero después de escribir bastante sobre los condicionantes y de definir lo que para mí era Mamëll, se aclaró un poco el camino y me siento representada con la propuesta (aunque como ya pasó, puedo estar equivocada). Lo averiguaremos en el próximo capítulo.
4- Estoy en la instancia de definición. Quisiera poder elegir el producto final. Creo que me motiva más saber que falta poco para meter las manos en la masa y poder concretarlo.

5- Me gusta la idea de que el usuario accione un mecanismo. Quizá la forma podría ser otra, o el producto distinto, respetando la función.

1 comentario:

  1. bueno, esta muy copado como pudiste definir ya dos propuestas, las cuales estan muy copadas, por ahi el mecanismo del avion es un toque complejo, lo podrias simplificar poniendole una trabita que se suelta a mano, en el mismo lugar donde tenes el boton, pones un palito que al contrario del boton lo sacas para afuera, y te simplifica un cacho el laburo, fuera de eso por ahi las puiezas se ven muy grandes, pero no es algo que complique.
    el tanque esta muy bueno, el mecanismo no es complejo, las rueditas son las mismas que usan en mamëll asi y nos conto como se usan, es bastante sencillo :) , yo reduciria la cantidad de piezas, o por ahi dejar predispuesta la forma del tanque, cosas que se reduzca la libertad creativa

    ResponderEliminar